Los primeros bomberos de la historia fueron esclavos adscritos a la " Familia Pública" y a las órdenes de magistrados llamados Tresviri Nocturni.
Las funciones básicas en la lucha contra el fuego, corrían a cargo de los medicii, vexillarii, siphonarii, aquarii, centonarii, emitularii y sebaciarii. Los medicii en número de cuatro por cohorte, auxiliaban a los accidentados en el curso de los trabajos de extinción; los vexillarii eran los porta insignias de los vigiles, pues como el Cuerpo no era de formación regular no poseía signa sino vexilla (una por centuria); los siphonarii tenían a su cargo la manipulación de los siphos o bombas; los aquarii eran responsables del suministro de agua a las bombas, los centonarii tenían la misión de la colocación y mantenimiento de centones (cubiertas de lana que empapadas en agua servían para sofocar los conatos de fuego); los emitularii se ocupaban del salvamento de personas y tendían colchones especiales para rescatar a los que se arrojaban por las ventanas, escapando del fuego. En cuanto a los sebaciarii, auxiliares del Cuerpo, su cometido era facilitar el alumbrado necesario en tareas nocturnas de extinción, ya que tenían a su cuidado el mantenimiento del alumbrado público en general de la ciudad.