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jueves, 11 de octubre de 2012

Para pensar: Prisioneros de las creencias...


  Un niño fue al circo con su padre y quedó fascinado con un enorme elefante, de fuerza descomunal. Al terminar la función, el chico vio cómo el domador ataba una de las patas del animal a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Le sorprendió constatar que la estaca era un minúsculo pedazo de
madera.
- "Papá, ¿cómo puede ser que el elefante no se escape?': le preguntó.
Y  su padre le dijo:
- "Porque está amaestrado".
- "Y si está amaestrado'; insistió el chico, "¿por qué lo encadenan?".
El padre no supo qué decirle. Otro hombre que había escuchado la conversación le reveló la respuesta:
- "El elefante no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que nació. Al principio trataría de soltarse, empujando con fuerza. Pero  siendo un elefantito, la estaca era demasiado resistente para él. Y así continuó hasta sentirse agotado, impotente y, finalmente, resignado. Ahora ya ni se lo plantea".

Visto en: detalent

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